Todos los días podemos regalar la vida, puede ser
disculpa, o comprender el punto de vista de otro, o guardarle un secreto a un amigo. Lo bonito, dicen, es regalar, pero cuando deja de serlo, cuando el regalo empieza a pesarte, debes parar. Pero si eres como la gente que conozco... regalas hasta que duele y luego, regalas más.